Carta para mis 50.
Prologo:
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Carta para mis 50.
Para: A. Benavidez de cincuenta años.
Asunto: Eras un pendejo.
Fecha: 31/5/2021
Hola. Soy yo. No, no soy tú. No sé ni quien carajos eres vos. Pero
soy tu yo de veinte y cinco años. Y vos si sabes quién soy. Tal vez ya
me olvidaste. Eso lo sabrás vos. No tengo conocimiento a quien le
escribo. Yo he puesto, mi yo de 50 años, pero tal vez la leas antes o
muchos años después. Capas te olvidas de ella y jamás las leerás.
Permíteme preguntarte: ¿Cómo estás? ¿Qué haces de tu vida? ¿Dónde
estás? ¿Lograste todos tus sueños? ¿Cuál no logra? ¿Viajaste por el
mundo? ¿Conociste a la persona que le cabio el rumbo en tu vida?
¿Tienes familia? ¿lograste escribir algo trascendental? ¿Se ha vuelto
película o serie? ¿Quién eres? Esta y mil preguntas más tengo. No
tengo las respuestas ahora. Pero sé que algún día las tendré y me las
vas a contestar.
Déjame recordarte muchas cosas que no debes olvidar. De tu pasión por
crear cosas con tus manos. El sueño de viajar por todo el mundo. Si
nada te lo impide ¿Qué esperas para hacerlo? Recuerda que eres un
luchador y si llegas a rendirte, que sea con gran final. Recuerda tus
amigos. De seguro ya estarán todos alejados, pero aprendiste cosas que
jamás olvidaras.
Recuerda tu primer auto. Ese Fiat 147 TR Spazio blanco que compraste
todo destartalado. Con el cual aprendiste a manejar solo ya que nadie
te pudo enseñar ¿Recuerda la primera vuelta? Te quedaste con el
volante en la mano. Lo amabas a ese auto y aprendiste a repararlo.
Descubriste lo que es pasar hambre y frío. El significado de caer en
un gran poso y subir cada día peleando. Pero también aprendiste a
decir que no. Eso es muy importante. Que si el ambiente donde te
encuentras no te gusta. Te puedes ir y no hay quien que te pueda
obligar a quedar. No olvides ese auto.
Recuerda a tu madre. Si sigue hay ponte el disfraz de panda, no dudo
que aún lo tienes, y ve a cocinarle que ella nunca le gusto cocinar.
No olvides lo que lucho ella sola para cuídate a vos y a tu hermano.
Con pocas palabras te decía justo lo que necesitabas. Y que te enseño
que no necesitas tener todo lo que quieres, pero si querer todo lo que
ya tienes. No olvides esa mujer de la cual aprendiste a luchar con una
sonrisa en la cara a pesar que estaba yendo cuesta abajo. No por ti,
si no por lo que llevaras algún día a tu lado. No te olvides de esa
luchadora.
Recuerda de dónde vienes. Recuerda ese barrio de calle de tierra y
canchas de futbol en la esquina. Recuerda lo que es pasar hambre y
frío. Recuerda tu pelo largo hasta la cintura. De seguro bien calvo
estas. No pasa nada, los calvos también son sexis. Recuerda jamás
olvidar.
No sé dónde estaré o qué tipo de hombres me he convertido. Pero
déjame mencionarte algunas cosas que capas te puedan ayudar.
Los hijos no te obligan a seguir alado de una persona que no quieres.
Sufrirán más tus hijos por las peleas entre ustedes, si están juntos y
no se quieren. Sé un padre presente. No importa le tiempo que estés.
Lo que importa es que estés hay y demuestres que los quieres. Tú sabes
bien lo que se siente no tener padre. Juega con ellos y molestarlos
siempre. Aunque tú y yo sabemos que si tienes una hija te va a manejar
como ella quiere.
Ama a tu mujer y si no la amas déjala ser libre. Sé que si la amas
también la dejaras ser libre. Porque si la amas, es esa clase de mujer
que con una mirada te dice todo. Y también estoy seguro que si cometes
un erro. Con su mirada podrás calcular el gran golpe que te dará.
No seas terco. Déjate ayudar, no siempre serás joven. Seguro te
convertirás en un viejo calvo. Disfruta ser viejo, aunque sé que ni
con todos los años se te quitara lo pendejo. Si no lograste tus
sueños, no vivas con resentimientos. Y si algún hijo tuyo quiere
intentar lograr lo que vos no pudiste. Ayúdale, para que el triunfe y
llegue donde solo en tus sueños han logrado estar. Vive disfrutando la
vida y jamás te arrepientas haberla vivido.
Solo te prometo que intentare cada día ser mejor que el anterior. No
rendirme jamás. Tratar de cumplir todos los sueños que tendremos. Y
desarrollar la mejor historia de vida que te puedas imaginar. De esa
manera podrás escribir un gran final.
Suerte en la vida. Futuro calvo.
A. Benavidez de veinte y cinco años.
Para: A. Benavidez de cincuenta años.
Asunto: Eras un pendejo.
Fecha: 31/5/2021
Hola. Soy yo. No, no soy tú. No sé ni quien carajos eres vos. Pero
soy tu yo de veinte y cinco años. Y vos si sabes quién soy. Tal vez ya
me olvidaste. Eso lo sabrás vos. No tengo conocimiento a quien le
escribo. Yo he puesto, mi yo de 50 años, pero tal vez la leas antes o
muchos años después. Capas te olvidas de ella y jamás las leerás.
Permíteme preguntarte: ¿Cómo estás? ¿Qué haces de tu vida? ¿Dónde
estás? ¿Lograste todos tus sueños? ¿Cuál no logra? ¿Viajaste por el
mundo? ¿Conociste a la persona que le cabio el rumbo en tu vida?
¿Tienes familia? ¿lograste escribir algo trascendental? ¿Se ha vuelto
película o serie? ¿Quién eres? Esta y mil preguntas más tengo. No
tengo las respuestas ahora. Pero sé que algún día las tendré y me las
vas a contestar.
Déjame recordarte muchas cosas que no debes olvidar. De tu pasión por
crear cosas con tus manos. El sueño de viajar por todo el mundo. Si
nada te lo impide ¿Qué esperas para hacerlo? Recuerda que eres un
luchador y si llegas a rendirte, que sea con gran final. Recuerda tus
amigos. De seguro ya estarán todos alejados, pero aprendiste cosas que
jamás olvidaras.
Recuerda tu primer auto. Ese Fiat 147 TR Spazio blanco que compraste
todo destartalado. Con el cual aprendiste a manejar solo ya que nadie
te pudo enseñar ¿Recuerda la primera vuelta? Te quedaste con el
volante en la mano. Lo amabas a ese auto y aprendiste a repararlo.
Descubriste lo que es pasar hambre y frío. El significado de caer en
un gran poso y subir cada día peleando. Pero también aprendiste a
decir que no. Eso es muy importante. Que si el ambiente donde te
encuentras no te gusta. Te puedes ir y no hay quien que te pueda
obligar a quedar. No olvides ese auto.
Recuerda a tu madre. Si sigue hay ponte el disfraz de panda, no dudo
que aún lo tienes, y ve a cocinarle que ella nunca le gusto cocinar.
No olvides lo que lucho ella sola para cuídate a vos y a tu hermano.
Con pocas palabras te decía justo lo que necesitabas. Y que te enseño
que no necesitas tener todo lo que quieres, pero si querer todo lo que
ya tienes. No olvides esa mujer de la cual aprendiste a luchar con una
sonrisa en la cara a pesar que estaba yendo cuesta abajo. No por ti,
si no por lo que llevaras algún día a tu lado. No te olvides de esa
luchadora.
Recuerda de dónde vienes. Recuerda ese barrio de calle de tierra y
canchas de futbol en la esquina. Recuerda lo que es pasar hambre y
frío. Recuerda tu pelo largo hasta la cintura. De seguro bien calvo
estas. No pasa nada, los calvos también son sexis. Recuerda jamás
olvidar.
No sé dónde estaré o qué tipo de hombres me he convertido. Pero
déjame mencionarte algunas cosas que capas te puedan ayudar.
Los hijos no te obligan a seguir alado de una persona que no quieres.
Sufrirán más tus hijos por las peleas entre ustedes, si están juntos y
no se quieren. Sé un padre presente. No importa le tiempo que estés.
Lo que importa es que estés hay y demuestres que los quieres. Tú sabes
bien lo que se siente no tener padre. Juega con ellos y molestarlos
siempre. Aunque tú y yo sabemos que si tienes una hija te va a manejar
como ella quiere.
Ama a tu mujer y si no la amas déjala ser libre. Sé que si la amas
también la dejaras ser libre. Porque si la amas, es esa clase de mujer
que con una mirada te dice todo. Y también estoy seguro que si cometes
un erro. Con su mirada podrás calcular el gran golpe que te dará.
No seas terco. Déjate ayudar, no siempre serás joven. Seguro te
convertirás en un viejo calvo. Disfruta ser viejo, aunque sé que ni
con todos los años se te quitara lo pendejo. Si no lograste tus
sueños, no vivas con resentimientos. Y si algún hijo tuyo quiere
intentar lograr lo que vos no pudiste. Ayúdale, para que el triunfe y
llegue donde solo en tus sueños han logrado estar. Vive disfrutando la
vida y jamás te arrepientas haberla vivido.
Solo te prometo que intentare cada día ser mejor que el anterior. No
rendirme jamás. Tratar de cumplir todos los sueños que tendremos. Y
desarrollar la mejor historia de vida que te puedas imaginar. De esa
manera podrás escribir un gran final.
Suerte en la vida. Futuro calvo.
A. Benavidez de veinte y cinco años.
Posdata:
No, no te lo diré. Si no lo recuerdas disfrutare que te quedes con
la intriga. Lo se, soy pura maldad.
No, no te lo diré. Si no lo recuerdas disfrutare que te quedes con
la intriga. Lo se, soy pura maldad.
Fin.
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Para mi lector:
Te invito a que dejes tu comentario. Tanto aquí como en mis redes
sociales. En él me puedes pedir una historia. Pude ser cualquier
género, dándome un personaje o situación. Y yo la escribiré sin
problemas. Ya que la creación de mis relatos es para probar, aprender
diferentes géneros y salir de la zona de confort.
Espero tu desafío. Y porque tú también eres una gran parte de mi blog.
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